Una australiana compartió la aterradora experiencia que vivió luego de que su hija pequeña terminara al borde de la muerte, tras desayunar un sándwich de huevo y tocino.
La mujer identificada como Kristen Saunders, residente de la ciudad de Newcastle, señaló que todo comenzó cuando la pequeña de nueve años compró el alimento a un vendedor local y mientras comía «comenzó a sentir que se estaba ahogando».
«Creo que, como la mayoría de los padres, pensamos: ‘Estarás bien, toma un poco de agua y se calmará’», recordó la madre.
Sin embargo, el mismo día su estado de salud empeoró al punto en que parecía desorientada, tropezaba y no podía reconocer a su familia, fue entonces que decidieron ir a urgencias.
En el hospital, los médicos le realizaron una tomografía computarizada que reveló algo insólito, pues tenía un pequeño alambre, parecido a un cabello, alojado en su garganta.
Como si eso fuera poco, los exámenes determinaron que el objeto había perforado su esófago y se había introducido en la arteria carótida, luego tras someterse a una cirugía y estar un mes internada, la niña fue dada de alta.